Olga Sánchez Cordero, ex integrante de la Suprema Corte y a quien López Obrador ha anticipado que será su ministra de Gobernación, anticipó que trabaja en un proyecto para la despenalización de la droga en la siembra, cosecha, trasiego y uso lúdico.
La jurista dijo que México debe tratar de avanzar en el tema de la despenalización, siguiendo el ejemplo de países como Canadá».
«Ya la despenalizó Canadá, ya la despenalizaron en varios estados de Estados Unidos, qué estamos nosotros pensando? Seguirnos matando?», La integrante del equipo de transición de López Obrador sostuvo que, «conjuntamente con la despenalización habrán programas de prevención y de rehabilitación para adictos, y sobre todo, se va a castigar de forma muy importante a quienes proporcionen drogas a menores de edad».
En abril del 2017, la Cámara de Diputados aprobó el uso de la marihuana con fines medicinales y terapéuticos, sancionada previamente en diciembre de 2016.
El gobierno de López Obrador iría aún más lejos y, según Sánchez Cordero, también tratará de que se legalice la amapola para su uso médico.
«Vamos a tratar de que la amapola tenga un uso para fármacos.
Las farmacéuticas compran mucha porque la usan para hacer morfina y hay enfermedades que requieren ese tipo de tratamientos», indicó.
López Obrador «no está cerrado a la idea, pues desde que se reunió con víctimas dijo que tendremos una consulta sobre la despenalización de las drogas», afirmó.
Para Olga Sánchez, la legalización de estas drogas podría ser «un camino de pacificación» orientado a poner fin a la espiral sangrienta que sacude al país desde hace 11 años y arroja ya más de 214.000 muertos y 33.000 desaparecidos.
Desde que el gobierno le declaró la guerra a las bandas criminales con apoyo de las Fuerzas Armadas, vastas porciones del país están sumidas en el desasosiego.
En general, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se ha mostrado reticente a la legalización de la marihuana con fines recreativos.
Sin embargo, hace unos meses, el ministro de Turismo, Enrique de la Madrid, desató una polémica cuando propuso despenalizar la marihuana en los principales centros veraniegos del país, algunos de los cuales han sido blanco de la delincuencia, como Acapulco (sur), Los Cabos (noroeste) y Cancún (sureste).
La heterodoxa propuesta de inmediato generó una polvareda mediática, por lo cual se vio precisado a aclarar posteriormente que hablaba a «título personal».
«La legalización, aunado a otras medidas, ayudaría a tener destinos turísticos más seguros», argumentó De la Madrid y de inmediato aclaró que «el plan no es generar un turismo de marihuana, como ocurre en países como Holanda, sino apaciguar la violencia que señorea cada vez más estas zonas del país».
En noviembre del 2015, la Suprema Corte otorgó un amparo a cuatro personas para permitirles consumir la droga con fines lúdicos y recreativos.
Desde el 1 de enero, el estado de California, Estados Unidos, aprobó el uso recreativo de la marihuana, lo que puso a México en una situación embarazosa, porque es una zona que hace frontera con el país.
El tema aún divide muy fuerte a la sociedad mexicana, pues los sectores conservadores son muy reacios a este tema.
Por ejemplo, el principal rival de López Obrador, el abogado conservador Ricardo Anaya, rechazó la propuesta, pues considera que «no resolvería el problema de la criminalidad». Curiosamente, López Obrador, se negó a tomar partido sobre el asunto durante su campaña electoral, pero parece ser que tenía una carta guardada bajo la mesa. La medida forma parte de su estrategia para combatir el crimen que recién dio a conocer y que incluye una amnistía a jóvenes que han sido reclutados a la fuerza por las bandas como halcones (vigilantes) o sicarios o para sembrar drogas.