Apenas hace 4 años, la producción de autos de Brasil sumó 3,2 millones de unidades, 104% más que México, pero el año pasado la ventaja se acortó en 22%.
Brasil produjo 3,7% millones y México saltó a 3 millones, de acuerdo con cifras de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA).
En Brasil el sector creció 4,1% en promedio anual entre 2009 y 2013, por lo que el gigante sudamericano pasó del sexto al séptimo sitio en el ranking mundial de productores de vehículos.
En contrapartida, las plantas mexicanas incrementaron su producción 18,2% cada año en ese lapso y el país pasó del décimo al octavo lugar a nivel mundial, desplazando a España de ese lugar privilegiado, según la Organización Mundial de Productores de Automóviles. Guido Vildozo, de IHS Global Insight, que participó el mes pasado en el Congreso Internacional de la Industria Automotriz, celebrado en la capital azteca, vaticinó que México pasará en cuatro años del octavo al sexto lugar como fabricante mundial, detrás de China, Estados Unidos, Japón, India y Alemania. Vildozo dijo que el aumento en la producción nacional estará impulsado por las nuevas armadoras de Nissan, Honda y Mazda.
Con el aumento en la producción México ensamblará más autos que Brasil y Corea del Sur, que según el especialista pasarán al séptimo y octavo puesto, respectivamente, mientras que Francia y Canadá desaparecerán del Top 10.
«Literalmente es sentarnos a esperar, ya estamos posicionados, el aumento de IED (Inversión Extranjera Directa) se está viendo y la promesa de nuevas armadoras en el país podrían impulsar la producción», dijo Carlos Rivera, del Instituto Tecnológico de Monterrey, un importante ateneo privado.
Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) consideró que lograr el ascenso para desplazar a Brasil como número uno del ranking en América Latina «no es imposible, ni sería un impedimento para las capacidades alcanzadas en el corto plazo».
«Ensamblar más de tres millones de vehículos será posible en 2014. Incluso podremos superar a Brasil en el corto plazo debido a que las inversiones se han detonado, incluso para el siguiente año las expectativas de inversión en México serán similares», afirmó.
Rivera, por su parte, pidió «no quitar el pie del acelerador» y asegura que Brasil es «un tanto regionalista en el aspecto de la manufactura y las ventajas arancelarias van a sacar a flote el sector automotriz de México».
Entre los protagonistas del crecimiento del sector automotriz mexicano figuran Nissan, principal productor en el país en los últimos tres años.
«Integrando Nissan Aguascalientes 2, la compañía ve como una meta realizable a corto plazo la producción de un millón de unidades en el país», dijo Herman Morfín, director de comunicación de Nissan Mexicana al matutino.
Otra compañía, la francesa Peugeot señaló que evalúa la construcción de una planta en México.
La alemana BMW y la coreana Hyundai analizan también levantar algunas fábricas.
Las cosas sin embargo no serían tan fáciles pues Brasil tiene la ventaja competitiva de inclinarse hacia el mercado interno.
México espera llegar a los 4 millones de autos producidos en 2018, pero no se sabe cómo va a estar Brasil.
«Lo que sí hay que ver es buscar alianzas con ellos», afirmó Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
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