(ANSA) – SANTIAGO DE CHILE, 12 LUG – Organizaciones medioambientales valoraron el anuncio del cierre de cuatro centrales a carbón en Chile al año 2025, pero pidieron reparar impactos a la salud en las ciudades denominadas «zonas de sacrificio».
El pasado 5 de julio, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, junto a los directivos de AES Andes, adelantó la salida de la matriz chilena de cuatro carboníferas -Angamos 1 y 2 y Nuevas Ventanas (ventanas 3) y Campiche (ventanas 4)-que estaban incluidas en el cronograma original de su retiro al 2040.
En su conjunto totalizan 1.097 MW que equivalen al 20% capacidad instalada actual de centrales a carbón y están ubicadas en Mejillones y Puchuncaví, zonas de alta concentración industrial. Puchuncaví dejaría de tener centrales a carbón al 2025 y Mejillones habrá retirado casi el 80% de sus centrales a carbón.
El cronograma se ha ido acelerando y se espera que al 2025, de las 28 centrales que tenía Chile al inicio del proceso, 18 ya no estén en operación.
El nuevo diseño debe ser aprobado por el Coordinador Eléctrico Nacional y la Comisión Nacional de Energía.
El cese de operación de estas cuatro unidades aportará con la reducción de aproximadamente 6 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale a sacar de circulación a más de 2,4 millones de vehículos particulares en Chile.
Ante este anuncio, las organizaciones que integrean la alianza «Chao Carbón» reconocieron «un avance que permitirá a las comunas de Quintero y Puchuncaví, gravemente afectadas por saturación de contaminación atmosférica y del borde costero, quedar 100% libre de termoeléctricas a carbón en enero de 2025».
También, dijeron, significa una buena noticia para la comuna de Mejillones (en el extremo norte de país), ya que el cierre de Angamos 1 y 2, sumado al cierre y reconversión de las centrales de Engie, liberará a esta comuna del 80% de las centrales a carbón al año 2025.
Sin duda, acotaron, es «una importante noticia para los compromisos de descarbonización del país, ya que permitirá concretar el cierre de 18 centrales a carbón correspondientes al 65% del parque de generación a carbón de nuestro país».
Destacaron que constituye un alivio para las cinco comunas, denominadas «zonas de sacrificio» que han debido sufrir los graves impactos de esta industria contaminante por décadas. Adicionalmente, indicaron, es un gran aporte para el cumplimiento de los compromisos de Chile de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en el contexto de la emergencia climática, ya que la generación a carbón por si sola ha significado 25% de las emisiones totales de CO2 en el nuestro país.
Sin embargo, observaron, «como Coalición Ciudadana ChaoCarbón queremos expresar que este nuevo anuncio ratifica lo que como coalición venimos impulsando desde el año 2019: la urgencia y la evidente viabilidad técnica y económica del cierre de las carboneras antes de la fecha oficial de 2040 que el gobierno aceptó en una negociación voluntaria con los propios incumbentes».
Asimismo, manifestaron que esperaban que «AES Gener mantenga el compromiso con la descarbonización expresado hoy y avance aceleradamente en el cierre de sus 850 MW de generación a carbón aún sin fecha de cierre en las comunas de Tocopilla y Huasco, también «zonas de sacrificio» socioambiental».
Instaron al gobierno a que estos acuerdos no queden en la voluntariedad y sin fechas definidas, sino respaldados por los decretos y leyes vinculantes, a objeto de prevenir nuevas transacciones de carboneras entre incumbentes, como ocurrió en el caso de Huasco con las 5 unidades de Guacolda traspasadas a Inversiones WEG.
Por último, llamaron al gobierno y las empresas dueñas de estas industrias «a implementar con celeridad una ‘transición justa», que se haga cargo de remediar los pasivos ambientales; monitorear y reparar los impactos a la salud ocasionados en dichas comunas y asegurar una reconversión laboral que asegure un futuro digno las familias en estas comunidades».
El gobierno de Sebastián Piñera se comprometió en 2019 a cerrar todas las centrales de carbón en Chile al 2040. Este calendario original se ha ido modificando y acelerando.
El plan original, que consideraba las 28 centrales funcionando en ese entonces, se dividió en dos fases: la primera que incluía el cierre de ocho centrales a 2024, y las otras 20 a 2040.
Hoy la primera fase se ha adelantado: en diciembre se habrá cerrado ocho centrales, y al 2025, se habrán retirado 18.
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