Economía chilena podría crecer menos de 4% en 2014

El producto Interno Bruto (PIB) del pasado año registró la menor expansión desde el 2009, debido a un freno en la inversión, lo cual hizo que se bajaran las expectativas para el año en curso.

Como parte de este ciclo que vive el país, el Indice Mensual de Actividad Económica de diciembre del 2013 se ubicó en un nivel de 2,6 por ciento,cifra que representó la más baja desde julio de 2011, cuando la actividad creció un 2,4 por ciento.

De esa forma, el cuarto trimestre del pasado año no sólo fue el menor del ejercicio, sino también el más bajo desde el primer trimestre del 2010, cuando por efecto del terremoto y tsunami de febrero de ese año la economía solamente avanzó un 2,1 por ciento.

El viceministro de Economía, Tomás Flores, comentó que ese resultado «se encuentra dentro de lo esperado en el contexto de un menor dinamismo observado durante los últimos meses».

Este resultado de diciembre ha permitido proyectar un crecimiento moderado de la economía para este año, el que ahora se sitúa en torno al 4 por ciento, lo cual será ratificado en las cuentas nacionales de marzo, cuando culmine el mandato del presidente Sebastián Piñera.

Flores ha reconocido que el crecimiento de la economía durante el gobierno (2010-2014) alcanzaría un PIB promedio preliminar de 5,3 por ciento y no el 6 por ciento, que había prometido el mandatario.

No obstante, esa cifra es la mayor conque termina una presidencia desde el 1993, cuando el presidente Patricio Alwyn finalizó con un 7,3 por ciento.

Con Eduardo Frei (1994-1999), el país creció un 5.2 por ciento; mientras que con Ricardo Lagos (2000-2005) fue de 4,7 por ciento y en el primer gobierno de Michelle Bachelet se alcanzó el 3 por ciento.

El viceministro dijo que «siempre es difícil, sobre todo en un contexto económico internacional adverso (…) Por eso, mi mensaje es que la agenda de crecimiento, es una agenda que debe trascender a los gobiernos de turno, es un desafío para Chile completo sin diferencias de quien está gobernando».

Según el economista del Banco de Crédito e Inversión (BCI), Antonio Moncado, el gobierno de Piñera, tras enfrenar un complejo entorno macroeconómico local e internacional, «ha hecho los mayores esfuerzos para que el crecimiento se impulse».

Para Francisco Klapp, de Libertad y Desarrllo, la meta del crecimiento autoimpuesta por Piñera «era muy ambiciosa, especialmente porque, a su juicio, al final del día el crecimiento es o acumulación de capital o acumulación de trabajo o productividad».

«En inversión de capital, si bien aumentó, no fue lo suficiente. Si quieres pensar en crecer al 6 por ciento, tienes que tener una tasa de ahorro y de inversión de alrededor del 30 por ciento del producto, de lo que estamos bastante lejos todavía.

Puso como ejemplo a países como China, «que crecen fuerte y terminan ahorrando el 50 por ciento de su producto o más. A menos que cambiemos eso, es difícil sostener un crecimiento así, y la meta del gobierno era excesivamente alta».

Los expertos coinciden en que Chile no hizo las reformas estructurales necesarias para crecer al 6 por ciento, a pesar de que estableció la creación más rápida de empresas y su cierre más expedito.

Además, plantean que, en cuanto a la incorporación a la fuerza de trabajo, no ha habido ninguna reforma suficientemente profunda como para que más mujeres o jóvenes puedan entrar al mercado laboral.

Respecto al 2014, muchos especialistas han expresado dudas sobre el desempeño de la economía chilena debido al programa económico de la presidenta electa Michelle Bachelet, que asumirá el cargo el próximo 11 de marzo.

Las inquietudes se fundamentan en que, con la gran reforma tributaria con la que pretende captar unos 8.500 millones de dólares para financiar la reforma a la educación, se podría reducir la inversión y, por lo tanto, el crecimiento del país.

La fórmula que propone Bachelet tiene cuatro objetivos: aumentar la recaudación tributaria, avanzar en la equidad, hacerse cargo del déficit estructural del actual gobierno e introducir nuevos mecanismos que incentiven el ahorro y la inversión.

Para financiar la educación, el nuevo gobierno subirá gradualmente hasta un 25 por ciento el impuesto a las empresas, actualmente de un 20 por ciento, lo que generaría unos 8.200 millones de dólares.

La reforma tributaria incluye una rebaja del impuesto a las personas a un 35 por ciento, desde un 40 por ciento, y eliminará el Fondo de Utilidades Tributables, mecanismo que las compañías usan para lograr exenciones fiscales sobre parte de sus utilidades.

Bahelet planea crear una administradora estatal para competir con el sistema privado de fondos de pensiones de los trabajadores y prevé llevar el déficit fiscal efectivo desde alrededor de un 1 por ciento del PBI hasta 0 por ciento en el 2018.

Igualmente, se propone establecer una tasa de cambio competitiva para ayudar a los exportadores.

Por último, el nuevo gobierno aumentará la supervisión del sistema financiero, reforzará las leyes contra la colusión y avanzará en incorporar las reglas de capital de Basilea III para hacer más seguro el sistema bancario.

El gran objetivo del programa de Bachelet es reducir la gran desigualdad social que impera en Chile.

La desaceleración que se evidencia en la economía chilena, como en el resto de América Latina, podría de alguna forma entorpecer los proyectos de la mandataria, aunque el país tiene las bases para seguir creciendo.

Siendo una economía abierta, las turbulencias en la economía mundial también podrían afectar el desempeño económico del país sudamericano.

En 2013, se estima que el PIB per cápita llegó a los 15.909 dólares,pero corregido por paridad de poder de compra alcanzó los 18.201 dólares.

Para este año, se espera una reducción de este indicador debido al aumento en el tipo de cambio de su moneda y un eventual menor actividad económica.

What do you think of this post?
  • Awesome (0)
  • Interesting (0)
  • Useful (0)
  • Boring (0)
  • Sucks (0)
,

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto:
Ir a la barra de herramientas