La revisión a la baja del BC se produce con la recuperación económica menos vigorosa que lo esperado y el fuerte impacto de la huelga de los camioneros registrada en mayo pasado.
Para 2019, la proyección de crecimiento del PIB es del 2,4 por ciento, aún con un elevado grado de incertidumbre.
La expectativa de crecimiento para este año divulgada por el BC está más alineada con las proyecciones de los analistas de los bancos, quienes prevén un crecimiento del 1,35 por ciento en la actividad económica de 2018.
Respecto a la inflación, la autoridad monetaria brasileña la estimó del 4,1 por ciento este año y del 4 por ciento el que viene, ambas estimaciones dentro de la meta oficial.
Las proyecciones para industria, sector agropecuario y consumo de las familias también fueron revisadas a la baja.
En el caso de la industria, la expectativa del BC fue revisada del 1,6 al 1,3 por ciento, con una reducción en todas los sectores industriales.
Una evolución más lenta en el mercado de trabajo llevó al BC a rebajar la expectativa del consumo de las familias del 2,1 al 1,8 por ciento.
Con la estimación de reducción de la cosecha para algunos productos como el maíz y la caña de azúcar, el rendimiento agropecuario fue revisado por la autoridad monetaria del 1,9 al 1,5 por ciento.
En tanto, la proyección en el comportamiento de los servicios se mantuvo inalterada, con un crecimiento del 1,3 por ciento en 2018, mientras que en el caso del comercio pasó del 2,7 al 2,3 por ciento.
En cuanto a la formación bruta de capital fijo, el BC elevó la expectativa del 4 al 5,5 por ciento, aunque la autoridad monetaria subrayó que el alza se relaciona con la importación de equipos por la petrolera estatal Petrobras.