El asesinato de un inmigrante agelino reunió a las dos luminarias francesas en un mitín por las calles de París, donde Sartre actuaba como escudo al ser un monumento nacional viviente ante la Policía francesa.
El asesinato de un inmigrante agelino reunió a las dos luminarias francesas en un mitín por las calles de París, donde Sartre actuaba como escudo al ser un monumento nacional viviente ante la Policía francesa.