Lo pactado, es claro, garantiza una extensión del préstamo de cuatro meses (de los seis pedidos), un acuerdo que hay que llenar de contenido técnico y garantías para el lunes.
Una solución que probablemente no dejará conformes a los defensores del «no» puro y duro a la austeridad.
El temor a un fracaso de la negociación en Bruselas llevó a los griegos a retirar cerca de mil millones de euros de los bancos en las últimas 48 horas. Fuentes bancarias, pese a reconocer el aumento de retiros de los cajeros, subrayaron cómo a esto se unió la necesidad de tener dinero en los bolsillos para el fin de semana de tres días que inicia hoy.
Por la tarde, el premier Alexis Tsipras había escrito en su cuenta de Twitter que «este es el momento para una decisión política histórica para el futuro de Europa». Esa decisión no se produjo pero tampoco hubo una ruptura, que habría llevado, según un diputado del partido izquierdista en el poder, Syriza, al «suicidio» de Europa.
En todo caso, esta noche Atenas tira un suspiro de alivio por la «sinfonía», palabra griega para decir acuerdo.
La jornada en Atenas había estado marcada por los debates: en televisión, donde comentaristas, políticos y economistas diseccionaban todo posible aspecto de la negociación, todo matiz semántico de la carta enviada por Varoufakis al Eurogrupo con el pedido de prórroga de seis meses.
Pero también en todo bar, donde la pasión griega por la dialéctica era exaltada en encendidas discusiones. «Tu que crees que pasará?», era la pregunta al interlocutor extranjero, del que se esperaba que conociese quien sabe qué información reservada que abriese una espiral sobre el futuro.
Grecia, en estos días, quiere normalidad: tras semanas de entusiasmo popular, promesas de un futuro mejor, bofetones de Berlín y Bruselas, bombardeo constante de ediciones extraordinarias de noticieros, la mayoría querría poder contar con un futuro en el que, por ejemplo, no hay que pensar en sacar el dinero de la cuenta bancaria por miedo que sea bloqueado.
«Estoy seguro de que la carta de Grecia para una extensión del acuerdo sobre el préstamo con las condiciones que la acompañan será aceptada», había dicho Tsipras esta tarde.
«Grecia ha hecho todo lo posible por llegar a una solución que conlleve beneficios para todos, basada en el principio del doble respeto: respeto por los principios de las reglas de la Unión Europeo y por el resultado electoral de los Estados miembros», acotó.
Angeroula, directora teatral entre Italia y Grecia, confiesa no aguantar más. «Yo estoy siempre obsesionada por la televisión, si me pierdo un noticiero me viene el ansia, porque pienso quien sabe que noticia me perdí, que podría cambiar todo», comenta sentada en un café de Faliro, a las afueras de Atenas. Lo mismo que Foteini, odontóloga originaria de Corfú, la bella isla del mar Jónico. «Hay un miedo, una incertidumbre ya insoportable, día a día. Incluso mi padre, que no le suele venir el pánico, ha pensado sacar todo el dinero del banco», desliza inocultablemente tensa
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