ELON MUSK O LA SALIDA ESPACIAL A LA CRISIS DE EEUU

Por José Cornejo (AGENCIA APU). Hacia el siglo XI, la sociedad europea empezaba a entrar en una crisis cíclica. La población comenzaba a crecer sostenidamente y la base de la economía feudal era la tierra, un recurso muy inelástico.

Conscientes o no de esto, la clase dominante (reyes y nobles) empezaron a pujar sus fronteras y comenzar el lento tránsito hacia organizaciones estatales más grandes y unificadas. Pero por más que empujaran, la tierra conquistada o perdida seguía siendo la misma en Europa. Así que con mucho entusiasmo se sumaron a las invitaciones de los Papas a reconquistar Jerusalén, la Tierra Santa que vendría a sumar riquezas y tierras para los campesinos mal alimentados y cada vez más descontentos.

Las campañas contra los sarracenos fracasaron estrepitosamente, pero la expansión ya estaba en marcha. A principios de 1400 los portugueses encabezaban la carrera de ultramar, circunvalando África y alcanzando India. Y serían los castellanos los que coronarían la carrera y saldarían la crisis de tierras, encontrándose con América en el camino a Catay (China) y Cipango (Japón).

Parecido a aquella crisis del Mediterráneo, el capitalismo del Atlántico Norte del siglo XXI también entró en un proceso de estancamiento. El primer síntoma fue la salida del patrón oro por EE.UU. en 1971. Se necesitaba poder emitir dinero sin impedimentos, para seguir estimulando una economía que ya empezaba a mostrar su agotamiento. El último signo fue la quiebra de las hipotecas subprime, iniciada en Europa en 2007.

Las clases dominantes, tan o más concientes que aquellas la ven y están pensando una salida. Donald Trump propuso una fórmula del siglo XX: proteccionismo, chauvinismo, decisionismo. Además, será un outsider, pero es un político. Mirar Estados Unidos, cabeza del capitalismo, hacia dentro.