Así se fabrica la cerveza en Colima

Por Mariangel Calderón. Más en Colima, que cuenta con una buena diversidad de microclimas y es necesario mantenerse hidratado, así, en los linderos de la ciudad, en el municipio de Cuauhtémoc y en lo que fuera una fábrica de refrescos mexicanos, nace hace tres años la Cervecería Colima.

Al frente de la pequeña, pero productiva fábrica, en lo que fuera un antiguo estacionamiento está el Jardín Trapiche, un restaurante con una carta caprichosa en donde se ofrecen platos como aguachile, pulpos y al menos otros 15 platillos que buscan rendir un vanguardista homenaje a los sabores de Colima, ello, sumado a deliciosos postres y cinco tipos de cerveza.



El lugar al aire libre, alimenta a comensales variopintos en un ambiente musical, pero relajado en un concepto de mesas compartidas, cada semana se unen para promover alguna causa social que beneficie a los colimenses.

Cada cerveza tiene personalidad propia y las botellas hacen alusión a algún elemento distintivo de la ciudad; así, la cerveza Colimita, con 4.2 grados de alcohol y un amargor de 20 por ciento, en la escala europea de unidades de amargor, provee de un sabor ligero y apto para el calor, lo que la convierte en una de las más solicitadas.

La Páramo, tiene un grado de amargor de 40 por ciento, 5.2 grados de alcohol y un gusto final a frutas y a pasiflora, lo que la hace apta para paladares acostumbrados a los sabores fuertes, mientras que la Cayaco, que hace alusión a la palma común en el Estado tiene un sabor ligero con 3.9 grados de alcohol y está elaborada con arroz que reduce los grados etílicos.



El lugar, ubicado a 20 minutos del centro histórico de Colima, es al aire libre con una tenue iluminación de una buena cantidad de pequeños focos; ahí, también se ofrece la Ticus una cerveza de tipo porter con aroma a café y a chocolate, con 4.5 de alcohol y 20 por ciento de amargor, así como la Piedra Lisa, de un sabor más amargo.

El concepto que ofrece el restaurante de la cervecería, se ha replicado ya en otros lugares, con lo que es posible disfrutar su carta de cervezas y alimentos en Terraza Trapiche, arriba del Hotel Ceballos, en el centro histórico de Colima con una inigualable vista de la ciudad pero con toques más cosmopolitas, en tanto que en Sayulita, el concepto es más playero y ofrece otra carta, y este mes en Guadalajara, abrirá sus puertas Casa Trapiche.



Atrás de los colores y aromas del restaurante, la fábrica tiene vida propia y un pozo de 200 metros de profundidad con agua proveniente del volcán y los vapores de la malta danzan en un ambiente húmedo; el proceso consiste en una selección de los ingredientes, que van desde el agua, hasta los diferentes tipos de maltas que dan el sabor a cada cerveza procedentes de Alemania.

La cervecería, que cuenta con una producción anual de un millón de botellas, consciente del crecimiento de la producción de cerveza artesanal en el país, cuenta con un laboratorio del control de calidad en el que igual se catan las bebidas para asegurar que estén al punto para los paladares, o bien se crean nuevos sabores, aunado a que se busca que consumirla sea una experiencia que involucre a todos los sentidos, no solo al gusto.



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