Bien sabido es la urgencia de vencer que tiene la Selección Argentina de fútbol para llevar un trofeo a sus vitrinas, pero se pasa por alto que desde el fin de la era dirigida por Carlos Salvador Bilardo en Italia ’90 hacia adelante los combinados de la Afa elevaron la vara a un nivel de exigencia superlativo que no deja ver logros envidiados por muchos otros equipos y muy por encima de lo existente antes de los tiempos de César Luis Menotti y el mencionado Bilardo.
Baste señalar que el máximo logro alcanzado por selecciones como México o muy deseadas por equipos como Brasil (que lo conquistó en la pasada edición), son las medallas olímpicas, que Argentina conquistó en 2004 y 2008 contra equipos donde jugaba un tal Ronaldinho y que no son tenidas en cuenta muchas veces por considerar sólo el Mundial como una obsesión nacional. Obviando esos logros, se hacen más fuertes los fracasos y se señalan los 28 años con títulos en la mayor como el karma a romper.
Basta con repasar los datos y ver que con la próxima final Brasil – Argentina en suelo carioca, entre la selección mayor y la olímpica, Argentina habrá disputado 15 finales en 31 años entre Copa del Mundo, Final Olímpica, Copa América y Copa Confederaciones. El balance no es positivo: se ganaron 5, se perdieron 9 y resta el partido del sábado donde los locales parten como claros favoritos. Estamos hablando de un promedio de casi una final cada dos años para los representativos nacionales.
Si a ello le sumamos la sub 20, donde argentina ganó 5 mundiales y varios sudamericanos de la categoría en el mismo periodo (es el máximo ganador de mundiales sub 20 con 6, contando la primera victoria de aquel equipo comandado por Maradona en 1979). La presencia de camisetas albicelestes en podios se hace aún más frecuentar. Todo ello en un marco de crisis económica y social sistémica que fuerza a jugadores y entrenadores a irse del país constantemente.
Pese a ello, los fanáticos no suelen valorar estos logros por faltar «la frutilla del postre», con la foto levantando la copa. No suele apreciarse que antes de la llegada de Menotti la presencia en instancias definitorias era menos que probable para los «gauchos». Llegar cuesta, mantenerse mucho más y hay que valorarlo también. El detalle de finales es el siguiente:
ALEMANIA 1 – ARGENTINA 0 (ITALIA ’90): SUBCAMPEÓN COPA DEL MUNDO
ARGENTINA 2 -COLOMBIA 1 (CHILE ’91): CAMPEÓN COPA AMÉRICA
ARGENTINA 3 – ARABIA SAUDI 1 (CONFEDERACIONES ’92): CAMPEÓN CONFEDERACIONES
ARGENTINA 2 – MÉXICO 1 (ECUADOR ’93): CAMPEÓN COPA AMÉRICA
DINAMARCA 2 – ARGENTINA 0 (CONFEDERACIONES ’95): SUBCAMPEÓN
NIGERIA 3 – ARGENTINA 2 (JJOO ALTANTA ’96): SUBCAMPEÓN OLÍMPICO, MEDALLA DE PLATA
BRASIL 2 – ARGENTINA 2 (PERÚ 2004): SUBCAMPEÓN COPA AMÉRICA
ARGENTINA 1 – PARAGUAY 0 (JJOO GRECIA 2004): CAMPEÓN OLÍMPICO
BRASIL 4 – ARGENTINA 1 (CONFEDERACIONES 2005): SUBCAMPEÓN
BRASIL 3 – ARGENTINA 0 (VENEZUELA 2007): SUBCAMPEÓN COPA AMÉRICA
ARGENTINA 1 – NIGERIA 0 (BEIJING 2008): CAMPEÓN OLÍMPICO
ALEMANIA 1 -ARGENTINA 0 (BRASIL 2014): SUBCAMPEÓN DEL MUNDO
CHILE 0 – ARGENTINA 0 (CHILE 2015): SUBCAMPEÓN DE AMÉRICA
CHILE 0 – ARGENTINA 0 (USA 2016): SUBCAMPEÓN DE AMÉRICA
BRASIL – ARGENTINA POR DISPUTARSE